ENSAYOS
Quiero comenzar la andadura de este blog cumpliendo la promesa que hice al anunciar la publicación de mi ensayo «LA GUARDIA DE TOLEDO, AYER». Aquí tenéis el RESUMEN que prometí. No he escatimado extensión con el fin de haceros un flash amplio del contenido del libro, para que, si os satisface y despierta vuestro interés, podáis adquirirlo.
1. RESUMEN DEL ENSAYO «LA GUARDIA DE TOLEDO, AYER»
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La Guardia de Toledo (décadas de 1950 a 1970)
Introducción
La historia, como afirmaba Marañón, no se compone únicamente de datos, sino también de interpretaciones. Este ensayo ofrece una visión personal y reflexiva sobre La Guardia de Toledo en las décadas posteriores a la Guerra Civil, centrándose en el pueblo, su gente, la religiosidad y la devoción al Santo Niño Cristóbal. El objetivo es aportar una perspectiva cercana, basada en la experiencia directa y en la distancia que otorga el paso del tiempo.
- Contexto histórico
La guerra civil española, que finalizó en 1939, dejó una profunda huella en La Guardia de Toledo. El conflicto fue especialmente duro en la localidad, con episodios de violencia y persecución. Tras la guerra, la convivencia entre vecinos de ambos bandos supuso un reto considerable. Aunque no es el propósito de este ensayo detallar estos hechos, es fundamental mencionarlos para comprender el ambiente social y emocional de la época.
- El pueblo y su gente
2.1 El pueblo
La Guardia de Toledo, situada en la cima de un monte de la Mesa de Ocaña, era un pueblo de casas encaladas y calles de tierra, expuesto a los vientos y las inclemencias del clima. En los años cincuenta, la población rondaba los 4.000 habitantes, cifra que fue disminuyendo debido a la emigración. El paisaje urbano era sencillo: calles sin asfaltar, iluminación escasa y una vida cotidiana marcada por la austeridad.
Al pueblo acudían artesanos ambulantes —afiladores, paragüeros, lañadores y capadores— que recorrían las calles ofreciendo sus servicios y aportando color y vida a la rutina diaria. La infancia transcurría entre juegos tradicionales y la escuela, donde los maestros ejercían un papel significativo en la formación y convivencia de los niños, independientemente de su origen social.
2.2 La gente
Tras la guerra, la recuperación fue lenta y difícil. La agricultura era la principal fuente de empleo, aunque el trabajo era estacional y escaso. La emigración se convirtió en una salida necesaria para muchas familias, lo que redujo significativamente la población local.
La vida social estaba marcada por la distinción entre ricos y pobres, aunque en la escuela y en muchas familias se evitaba hablar abiertamente de la guerra. El día a día giraba en torno al trabajo en el campo y a las tareas domésticas, con jornadas largas y exigentes.
- Religiosidad y devoción al Santo Niño
3.1 Religiosidad
Durante los años cincuenta, la práctica religiosa en La Guardia era limitada. Aunque la mayoría se identificaba como católica, la asistencia a misa y la participación en los ritos era escasa, especialmente entre los hombres. Las mujeres eran las principales asistentes a los actos religiosos, mientras que los hombres solían limitarse a participar en ocasiones especiales como bodas, funerales o fiestas patronales.
La llegada de don Marcelino Casas como párroco en 1975 supuso un cambio significativo. Su carisma y capacidad de liderazgo revitalizaron la vida parroquial, fomentando la participación de toda la comunidad y promoviendo actividades sociales y religiosas que contribuyeron a una convivencia más abierta y pacífica.
3.2 El Santo Niño Cristóbal
La devoción al Santo Niño trasciende lo puramente religioso en La Guardia. Para los habitantes, el Santo Niño es una figura cercana y real, objeto de fe y de tradición transmitida de generación en generación. Su culto está profundamente arraigado en la identidad local, y su festividad moviliza a toda la comunidad, independientemente del grado de práctica religiosa.
La fe en el Santo Niño ha sido fuente de consuelo y esperanza, y su figura ha servido de nexo de unión para el pueblo, especialmente en los momentos más difíciles.
Conclusión
La Guardia de Toledo, en las décadas de 1950 a 1970, fue un pueblo marcado por la austeridad, la emigración y la lenta recuperación tras la guerra. Su gente, resiliente y apegada a las tradiciones, encontró en la devoción al Santo Niño un elemento de identidad y cohesión. La transformación social y religiosa experimentada a partir de los años setenta refleja la capacidad de adaptación y superación de la comunidad.
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